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BIBLIOTECOLOGÍA
Bibliotecas marchan al compás de la tecnología
LAS BIBLIOTECAS HÍBRIDAS OFRECEN SERVICIOS A LOS USUARIOS EN SUS ESPACIOS FÍSICOS Y POR MEDIO DE LA RED
Diciembre 30,
2012. Articulo del Listín Diario, realizado por la Periodista Mairobi Herrera.
Santo Domingo
Una de las
ciencias que más se ha beneficiado con el avance de la tecnología es la ciencia
de la información, y las bibliotecas, encargadas de seleccionar y ordenar datos
para luego presentarlos a un público, no son ajenas a este proceso evolutivo.
Los aportes
que está haciendo la tecnología en el campo de la bibliotecología están
obligando a la gente a desprenderse de la idea de que una “biblioteca es un
lugar en donde se guardan libros” y más bien, entenderla como un espacio en el
que se ofrece información en diferentes vías y formatos.
Esa situación
ha motivado a una nueva clasificación de bibliotecas, que se diferencian en la
manera de cómo archivan y ofrecen la información.
Ahora se habla
de bibliotecas digitales e híbridas.
Una biblioteca
digital es un centro en donde los recursos están disponibles en formatos
electrónicos (pdf, doc, jpg, bmp, mp3, etc.) y se puede acceder a estos por
medio de las computadoras y/o la internet. Su esencia radica en que la
información se ofrece sin importar la distancia, gracias a la propagación
masiva e instantánea que permite la red.
El
documentalista de la Universidad de Murcia, España, Tomás Saorín Pérez, dice
que la biblioteca híbrida está diseñada para armonizar todo tipo de tecnologías
en el contexto de una biblioteca en funcionamiento, al mismo tiempo que para
explotar la integración de sistemas y servicios en contextos electrónicos e
impresos.
O sea, este
tipo de biblioteca podría considerarse la fusión de una biblioteca digital con
una tradicional.
En el país
existen, al menos, 1,447 bibliotecas, según muestran los resultados
preliminares del Segundo Censo Nacional de Bibliotecas publicado el año pasado
por la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU). De esa cantidad, mil
46 son escolares, 244 públicas, 88 especializadas y 69 universitarias.
De acuerdo con
un sondeo realizado por LISTÍN DIARIO, algunas bibliotecas universitarias y
algunas especializadas son las que más carácter híbrido presentan, ya que
además del espacio físico en donde albergan miles de títulos y colecciones,
poseen un portal web que también funciona como proveedor de información.
Páginas
web
Tener una
página web que informe sobre la historia de la biblioteca, sus avances y que
ofrezca un catálogo en línea con los recursos que posee ya no es suficiente.
Ahora los
bibliotecarios pueden ofrecer decenas de servicios por medio de la red que les
facilitan la búsqueda de información de una manera más ágil y eficaz a los
usuarios.
Por ejemplo,
la biblioteca de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), la de la universidad
Acción Pro Educación y Cultura (APEC), la del Instituto de Santo Domingo
(INTEC), la de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), la de la
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), la de la Universidad
Autónoma de Santo Domingo (UASD), la de la Fundación Global Desarrollo y
Democracia (Funglode) y la del Banco Central son híbridas.
Dentro de los
servicios que ofrecen estas instituciones está el acceso al catálogo en línea,
el cual agrupa de manera resumida los recurso que cuenta la biblioteca; algunas
tienen múltiples bases de datos, tanto generales como especializadas, “Ebooks”
o libros electrónicos, una hemeroteca y enlaces a otros portales proveedores de
información.
También se
pueden hacer solicitudes en línea, interactuar directamente con el o la
bibliotecaria, obtener algún recurso a través del correo electrónico, entre
otros.
Aun así, no
todas las bibliotecas mencionadas anteriormente ofrecen cada uno de los
servicios detallados.
Pero sí
brindan algún tipo de servicio que las distinguen de las demás. Por ejemplo,
Miriam Michel, directora de la biblioteca de UNIBE, señala que la institución
ha firmado varios convenios para que sus estudiantes puedan acceder a los
recursos de la Caribbean University de Puerto Rico, a los del Instituto
Tecnológico de las Américas (ITLA) y a los de Fudepa, una biblioteca digital de
la Universidad de Sevilla especializada en inmigración.
Asimismo,
Dulce María Núñez de Taveras, directora del sistema de bibliotecas de la PUCMM,
resalta que en su sitio electrónico se encuentra una gran compilación de
archivos de audio y videos que apoyan el material bibliográfico de la entidad,
así como el acceso a los recursos de la biblioteca por medio de los teléfonos inteligentes
y la actualidad que tienen cada uno de sus materiales.
Cada entidad
detalla el tipo de servicio que ofrece al inicio de su portal, y además, tienen
un metabuscador que reduce al mínimo la aparición de información no relacionada
con el tema en cuestión.
Esa cualidad
hace la diferencia entre los portales webs de las bibliotecas y el libre acceso
a la red.
Beneficios
Entre los
beneficios de los portales virtuales de las bibliotecas, Miriam Michelle habla
de un servicio sin límites, que se puede ofrecer las 24 horas, los siete días
de la semana y desde cualquier parte del mundo.También, Giovanna Riggio, directora de la biblioteca de APEC, dice que el acceso multiusuario y la ausencia inconvenientes con relación al préstamo de libros se suman a los beneficios.
Eloisa
Marrero, directora de la biblioteca de la UNPHU, agrega que al no tener la
internet un criterio de selección de información, ya que todo es válido, en los
portales de las bibliotecas la información está debidamente seleccionada y catalogada,
lo que acorta el tiempo de búsqueda y valida la calidad de los datos.
Aunque la
directora de la biblioteca del INTEC, Lucero Arboleda de Roa, no cree en la
separación del concepto biblioteca, porque piensa que lo importante es el
mensaje no importa el soporte por el cual se lleve.
Opina que otro
beneficio de los portales sería el acceso a un sinnúmero de libros a un menor
costo.
“Yo no hago la
gran dife- encia entre la biblioteca tradicional y la nueva biblioteca
(híbrida) que no sea en el potencial que nos dan esos nuevos recursos para que
puedan llegar a más personas de manera más fácil sin tener que desplazarse
físicamente”, apunta.
Obstáculos
El costo de
convertir una biblioteca tradicional a una híbrida es muy alto, según los
expertos. Aunque ninguno de los entrevistados dio una cifra exacta sobre los
fondos que destinan a su biblioteca cada año, indicaron que podría ascender a
miles de dólares, situación que convierte al costo de inversión una de las
razones por la cual no todas las bibliotecas dominicanas son híbridas.
“Nosotros
invertimos el 60% de los montos asignados para la compra de recursos impresos y
el 40% para la compra de bases datos y recursos electrónicos, esto podría ser
decenas de miles de dólares anual”, asegura Giovanna Riggio, de APEC.
Otro obstáculo
son las limitaciones para quienes utilizan sus recursos. No todos los servicios
que se ofrecen en la página web de las bibliotecas mencionadas están
disponibles para el público exterior.
En el caso de
las bases de datos privados por las cuales se debe pagar un monto específico
anualmente, solo tienen acceso los miembros de la biblioteca o de la comunidad
académica en cuestión y están protegidas con claves.
El
desconocimiento perjudica a usuarios
Aunque la
directiva de la biblioteca “Pedro Mir”, de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD), una de las más grandes del país, asegura estar al tanto de las
nuevas tecnologías en el área de la bibliotecología, se descubre que hay un
gran desconocimiento por parte de la comunidad académica de la universidad que
no les permite modernizar mejor su sistema.
César Zapata,
director de servicios bibliográficos de la entidad, señala que tanto los
estudiantes como algunos profesores de las UASD no conocen más que el catálogo
en línea y las salas de referencia de la biblioteca.
Cree que la
causa del desconocimiento es provocada por algunos factores sociales del que él
no tiene control, así como una publicidad escasa.
Por ejemplo,
Zapata indica que la biblioteca puso hace unos meses en modo de prueba por tres
meses una base de datos especializada en Ciencias Jurídicas, pero que solo
cinco estudiantes entraron durante ese período.
“Una base de
datos como esa nos costaría varios miles de dólares en el semestre y si solo
van a ocuparlas cinco personas no sería muy rentable”, enfatiza.
Aún así, la
biblioteca “Pedro Mir” tiene tres bases de datos permanente en su sistema, de
las cuales una de ellas es de acceso libre.
Tampoco estos
recursos son muy utilizados por los estudiantes y profesores, según Zapata.
También,
Zapata resalta la cantidad de material audiovisual que tiene la universidad y
que nadie pregunta por ellos.
El maestro
afirma que ha habido una reducción en un 50 por ciento de las consultas del
catálogo en línea, el cual para los meses comprendidos entre octubre y
septiembre del 2009 registró un millón 25 mil 361 visitas y, para ese mismo
período del 2012, contabilizaron apenas 564 mil 627. La biblioteca Pedro Mir no
maneja un presupuesto, sino que todo lo que necesiten lo deben de canalizar por
el departamento de fondos generales que maneja la Vicerrectoría Administrativa
de la UASD para su aprobación.
¿Desaparecerán las de estilo tradicional? Al igual que el libro impreso y las librerías, las bibliotecas también son vaticinadas en peligro de extinción. Sin embargo, seis de los siete directores de bibliotecas, quienes son profesionales en el área, aseguran que las bibliotecas tradicionales, llámese el lugar físico donde la persona busca información, no desaparecerá, a pesar de los múltiples beneficios que pueden ofrecer a través de los portales virtuales.
Aquí las
opiniones que ofrecieron a LISTÍN DIARIO:
BIBLIOTECÓLOGOS
NACIONALES
UNIBE, MIRIAM
MICHELLE
“No, porque
los costos actuales de la tecnología no están con la biblioteca digital. Son
muy altos”.
INTEC
LUCERO
ARBOLEDA “No, porque el concepto de biblioteca es un concepto paradigmático que resiste el paso de los tiempos”.
PUCMM
DULCE MARÍA
NÚÑEZ “No, porque las estadísticas indican que los estudiantes usan muy poco los medios electrónicos para su aprendizaje. La mayoría recurre al libro impreso”.
ELOISA MARRERO, UNPHU.
“No, porque si
la tecnología evoluciona, también ellas (las bibliotecas) tienen que
evolucionar, pero no desaparecer”.
CÉSAR ZAPATA, UASD.
“No, porque
existe un tipo de relación con el libro en papel que no se puede tener con el
libro digital o ebook. Ambos van a convivir al igual que como lo han hecho la
televisión y la radio”.
GIOVANNA RIGGIO, APEC
“No, porque
una biblioteca es un espacio de la universidad de aprendizaje y sociabilización
más que el trámite de pedir un libro prestado”.
ELVIS SOTO, BANCO CENTRAL
“Sí, porque va
a llegar un día en que no se va a mover una gente a una biblioteca a buscar un
libro ni ninguna información. Eso va a ser historia”.